sábado, 22 de diciembre de 2012

ubi sunt bar



 I

esos días poemas crujientes
como ratas de vidrio
en las alcantarillas del cerebro

brillabas moldeando
la noche de sustancias boreales
asesino

mordías lo celeste y desgarrabas
tus mejores vísceras de estar vivo
asesino

tu nombre

dándose
contra las paredes
la forma
en que las cosas se ausentan de sus sitios
sigilosa/ progresivamente/ pregonadoras del vacío /todos los días
invertidos/ fila fusilada
trazo rojo dormido

en espejos de peculiares alteraciones
me repito
la poema está cansada
me repito




II

de tejer los dolores de la noche
en los colores
del silencio
bordando
despacio de sílabas
jardines enteros

las manos se venden separadas

del resto

del agujero filoso de la galaxia
donde se desnucan los sueños
la unidad desnuda y anulada
meretriz santa utopía sucia
de lápida olvidada



III

para dormir apaga la luz imaginaria
de la mente y no se duerme nada

se queda mirando la mesa lastimada


IV

la lágrima arrastra
geografías de la herida
y hace un mapa
que no deja de moverse

no borra el alcohol
jamás las cicatrices


solo a veces
los nombres las caras
 y luego el horizonte

un canto de mirlo se dispara
de negro mediodía

un radiomurciélago de madrugada
golpeando las puertas vacías
luego de años
durmiendo en la antártida
del silencio
en intersticios del misterio
nocturno que parían
las pupilas desgarradas
con que mira/ ciego



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